La llegada hace tiempo de las conocidas Ginebras Premium y por consiguiente del boom y la moda de esta bebida ha hecho que este combinado haya variado su preparado original y se haya salido del correcto concepto de preparación. En Trébol lo sabemos y te vamos da desvelar los secretos de nuestros Gin-Tonics.
1. Elegir un buen vaso
Para nosotros uno de los grandes errores que se puede cometer por muchas razones es servirlo como se servia antaño en vaso de tubo. Escasa capacidad, se calienta cuando lo coges con la mano y la boca es estrecha y no puedes disfrutar de los aromas.
Lo ideal es usar una Copa de Balón o en su defecto el demonimado Vaso de Sidra. Con estos evitamos el calentamiento, la boca ancha nos ayuda a percibir aromas y sabores y por supuesto tienen mayor capacidad.
2. Elegir un buen hielo
El hielo es una de las cosas más importantes a la hora de elaborar un buen Gin-Tonic, tiene que ser grande, gordo y duro e industrial. Es la mejor solución para no aguar, que mantenga la correcta temperatura y que no suponga ningún problema para la salud, no sirve el hielo hecho en casa.
3. Servir el hielo
Esta parte es sencilla si se utiliza el sentido común, ya que debemos usar la cantidad suficiente para enfriar la copa pero no tanto como para impedir beber. No sirven los Gin-Tonics Iceberg en los que sobresale el hielo un palmo y en los que dar los primeros tragos parece algo imposible.
4. Elegir una ginebra
Debemos tener claro que la ginebra que se utiliza en la elaboración de un Gin-Tonic es ginebra seca y tenemos que conocer una pequeña clasificación en familias. Dentro de las familias las diferencias serán muy sutiles.
- De corte clásico – donde abunda el enebro–: Seagram´s, Plymouth, Tanqueray…
- Cítricas: Tanqueray Ten, Van Gogh, London #1, Larios 12…
- Especiadas: Magellan, Brecon, Citadelle…
- Herbales: Gin Mare, Blackwoods…
- Afrutadas o florales: G’Vine Floraisson, Fifty Pouns, Geranium…
Esto dependerá de los gustos de cada uno. así que busca tu estilo y tu familia.
5. Servir la ginebra
Es muy importante, mucho más que escoger la ginebra, saber la cantidad que debemos poner. En nuestra zona somos muy de levantar la mano mientras el camarero sirve la ginebra para decirle que no se corte y que no sea racano, pero servir más ginebra no hará que esté más bueno el gin-tonic, simplemente será más fuerte.
El Gin-Tonic perfecto tiene una medida de entre un chupito y chupito y medio de ginebra por cada botellín de 20cl de tónica. En España solemos duplicar e incluso triplicar esta cantidad y de ahí la dureza de estos. El perfecto tendrá unos 8º de alcohol.
6. Elegir una tónica
De igual forma y en igual proporción a la aparición de las ginebras han surgido tónicas, de muchos tipos, aromatizadas, con sabores…, pero realmente este tipo de tónicas tapan los aromas y sabores de las ginebras, así que las de siempre serán las perfectas.
7. Servir la tónica
Siempre se servirá muy fría y de una forma cautelosa y lenta para que no pierda gas. No se agitará ni removerá ya que la tónica y la ginebra se mezclan solas. Si tenemos una cuchara mezcladora será perfecto ya que dejará caer la tónica hasta el fondo y se mezclará mucho mejor.
8. Aromatizar
Para poner la guinda a este Gin-Tonic perfecto tenemos que tener claro que la ginebra ya tiene aroma y no debemos tapar este aroma. Aromatizaremos, que no es lo mismo que machacar el aroma, con suavidad y muy poca cantidad añadiendo simplemente una piel de cítrico siempre fresca y jugosa. Con eso basta, lo que vaya más allá será estropear los sabores.
9. Beber
El buen ritmo de beber un buen Gin-Tonic no será lento, será relativamente rápido ya que el hielo se irá descongelando y se empezará a aguar el combinado.
Ya sabes ,vente a Trébol y tómate uno bien preparado, en buena compañía y en un entorno que no defrauda.
Add Comment